(……. ¡del año!)
Han pasado
varias semanas sin que me comunique con mis lectores; otros desvelos han exigido
mi atención. El resultado de mi ausencia lo puedo constatar en las estadísticas
del Blog: son muy pocos los que siguen asomándose a esta ventana para saber del
amigo que semanalmente les visitaba en su pantalla. La culpa es mía, prometo
mejorar. Para los más fieles de los fieles quiero en esta semana – que según
algunos será la última de todos los tiempos - dejarles una palabra íntima y personal.
A modo de despedida ………..
‘No está el
horno para bollos’, decíamos antaño en casa. Los diccionarios respectivos se lo
explican así a los más jóvenes: esta expresión significa “que nos encontramos en una situación
tensa, complicada, difícil y no conviene que forcemos más la situación, y que
no hagamos nada que pueda agravar más esa complicación o dificultad”.
Me refiero,
por ejemplo, a la huelga de la sanidad pública en Madrid, a las cabriolas
independentistas de algunos políticos catalanes, a las muertes y desgracias de
las macro-fiestas madrileñas, a la subida de la electricidad y de los
impuestos, al euro por receta, a los nefastos resultados del Real Madrid en la
Liga, a las huelgas y demostraciones de todo tipo que nos complican el tránsito
por el centro de Madrid, a la bajada de la natalidad en España, a la pobreza en
Europa, a las mafias chinas de la gran ciudad y a los bancos y sus hipotecas, y
así sucesivamente. Es como si el fin del mundo se echara encima.
Para
complicarle la vida a los más pusilánimes y timoratos, y prestarle un marco
adecuado a tanto desvarío, aparece en estos días en la prensa y en los otros medios
de comunicación la locura en torno al fin del mundo, que aparentemente anuncia
una piedra de un cerro llamado El Tortuguero allá por las bellas tierras de
México. Algo que según los entendidos nos dejaron los mayas para que nos
entretuviéramos en este fin de año. En concreto, que el día 21 de diciembre de
2012, o sea hoy, termina el ‘ciclo del quinto sol’ y con ello, según nos
cuentan, tendríamos la Apocalipsis en casa.
Lo del ‘ciclo
del quinto sol’ me recuerda la medida de distancia que mi padre empleaba
cuando se refería a la lejanía de cualquier lugar o persona; en casa, todos
sabíamos lo que significaba cuando él aseguraba que tal o cual lugar o
individuo “estaba en el quinto pino”. Pues bien, así de lejano quiero ver yo
también al anunciado “fin del mundo” de los mayas. El ‘ciclo del quinto sol’ lo
sitúo en el “quinto pino”, y me alegro de tener la oportunidad de recordar con
ello a mi progenitor y de haber heredado su buen humor (¡cuando la vida le
dejaba!).
Pero como "la ocasión la pintan calva", no quiero dejar pasar la oportunidad que me brinda este Blog para dejarle a mis amigos en este fin de año, (que no en este fin del mundo), una palabra que hoy me brota espontáneamente del corazón: la suerte que he tenido por haber conocido al AMOR. Me siento enormemente regalado por ello, sólo por eso ha valido y vale la pena vivir. No sólo que en mi vida me sentí amado ya desde mi infancia, sino que tuve yo también - y esto es lo más grande - la oportunidad de amar a otras personas. A todos los que amé, a los que amo, y a todos los demás: ¡feliz Navidad y un año 2013 pleno de amor!