viernes, 29 de junio de 2012

"¡La verdad os hará libres!"


Para mis amigos lectores de este BLOG:

Acaba de salir de la imprenta una "Reseña histórica" sobre la vida de mi tío el Padre Luis Mellado, a modo de apuntes previos a la redacción de su BIOGRAFÍA que pienso escribir en un futuro próximo. Celebraría recibir comentarios y otras observaciones a este texto. Si alguno de mis lectores desea recibir la "Reseña" citada, que me lo haga saber por los medios adecuados. Gracias.



PRÓLOGO del autor a la edición de la "Reseña"

Fue a los once años de edad, en el año 1951, cuando por primera vez, que yo recuerde, estuve al lado del sacerdote de Cristo, Luis Mellado Manzano. Mi madre, que era su hermana, me llevó a la Iglesia del Seminario Menor de Granada en donde a finales de junio de aquel año el recién ordenado presbítero celebró su primera Misa. Fui su monaguillo.

En mi juventud tuve algunas oportunidades de acompañarlo en sus labores apostólicas y viajes con la célebre “Vespa” que a todas partes le llevaba. En aquellos días pude saber de su apasionado amor por Cristo, lo que me cautivó e hizo que yo también le siguiera. A menudo tuve la oportunidad de ver y experimentar cómo todo su cuerpo y su espíritu vibraban en los momentos de su mayor cercanía al Maestro, en los momentos de la Consagración del pan y del vino eucarísticos. Algunos le llamaron “el cura loco”. No lo estaba, fue un Profeta. Durante los meses de su enfermedad en la casa de mis abuelos, sus padres, allá por la primavera del año 1957, supe – porque él me lo contó - de su predilección por los pobres. No entendía el Evangelio sin hacer suyo el amor que Cristo tuvo por los más necesitados.

En los últimos años de su exilio en Granada aproveché la oportunidad para estar con él varios días y para hablar de “sus amores y de sus dolores”. Su amor a Cristo que lo había llamado a ser su sacerdote, su amor a los predilectos del Maestro, los más pobres, y su amor a sus hijos de la ciudad de Tacna en Perú, adonde la Divina Providencia le había enviado como misionero del Evangelio. Entretanto él mismo llegó a ser también un peruano. Supe también de su gran dolor, aquel que le propiciaron los Obispos de su Iglesia, que no entendieron o no pudieron encarnar en sus mutuas relaciones la paternidad que el espíritu y la letra de los documentos del Concilio Vaticano II anunciaban. Supe de sus luchas y sufrimientos y supe también que al final sólo quería obedecer a aquel que lo envió, el mismo Cristo. “¡Amo siempre al Obispo porque lo quiere Cristo, le respeto como representante de Cristo, y le obedezco como quiere Cristo!”, me dijo. Pero la historia demuestra que los Obispos a menudo no le entendieron.

Le prometí escribir su BIOGRAFÍA, lo que me agradeció. Con una sonrisa me despidió y me dijo: “No olvides, sobrino, lo que dijo nuestro Señor Jesucristo: "¡La verdad os hará libres!”

Como anticipo a la redacción y publicación de su BIOGRAFÍA, entrego hoy a los familiares y amigos una primera y (breve) reseña histórica sobre la vida de mi tío, el presbítero Luis Mellado Manzano.


Francisco Nuño Mellado

3 comentarios:

  1. Antonio Mellado Suárez29 de junio de 2012, 23:17

    Todos los grandes coinciden en eso:" La verdad os hará libres" Y el "Padresito Mellado" fué de los grandes, estuve con él en Tacna solo tres meses y pico,pero mas que suficiente,para no poder describir con palabras su grandeza y las vivencias que junto a él tuve la suerte de vivir,lo que supuso un enorme enriquecimiento de mi vida interior...casi podría decir que desde entonces mi alma o mi conciencia,fué la protagonista durante toda mi vida..y esto es algo extraordinario. Claro que me gustaría leer la reseña historica,y también ofrecerte mi colaboración como ya sabes,y mi admiración por tu trabajo que tan generosamente haces,para contar la historia de nuestro querido "Padresíto". Un abrazo

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  2. Muy buena iniciativa de publicar esas vidas que nos animan a seguir el camino de Cristo ya que hay tantos malos ejemplos dentro de nuestro cristianismo.

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  3. Como sa sabe, conocí a Don Luís Mellado, y espero la biografía y estaría muy satisfecho en recibir esa "reseña histórica". Y como ya le dije en una anterior ocasión, estoy dispuesto a colaborar dentro de mis posibilidades, porque aunque fue corto el tiempo, fue muy intenso con conversaciones largas y profundas dentro de lo profundo que se puede hablar con un chico de 13 a 16 años que es la edad que yo contaba cuando conocí a Don Luís. Pero le conocí en una edad en que él, vivía intensamente su vida de sacerdote y pastor de las almas que le confiaban. Un abrazo.

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